miércoles, 28 de diciembre de 2011

Al inicio los jovenes tienen la libertad para construir sus ritmicas corporales integrando un texto. No hay una lógica formal, no existe un deber ser, sus movimientos se relacionan de acuerdo a lo que ellos creen, sienten y razonan de como debe ser. Es decir, se rescata su cultura y así se trabaja con el otro y para el grupo. En un aparente caos.

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